viernes, 16 de noviembre de 2012

Martín Jiménez Guerra en Orsai



Escribir poesía en un mundo que no lee,
es estar en Orsai.
Es la osadía y la odisea
de vestir la mirada de poeta
y desnudar con impertinencia la vida de los otros.
Y si hace frío,
la de uno mismo.
Escribir es estar fuera de lugar con lo habitual.
Es levantarle la falda a la vida. Manosearle el corazón a la muerte.

Estar en Orsai es haberse quedado solo.
Sin nadie alrededor
en una situación inválida,
ante la posibilidad de.

Escribir es estar solo,
en un estado de ebullición,
ante la situación válida de encarar al papel,
tomarlo por la cintura,
y susurrarle al oído dos o tres metáforas sucias.

Los poetas
besamos sin los labios,
tocamos sin las manos,
vomitamos lo que escribimos,
escribimos como vivimos,
vivimos como podemos: en Orsai.

No hay comentarios:

Publicar un comentario