domingo, 6 de octubre de 2013

"Querido Poe", de malapalabra.






“Hay en los corazones más valientes cuerdas que no se
dejan tocar sin emoción.”
Edgar Allan Poe
Querido Poe:
dejame hablar con tus palabras
me sirven ahora
te parecerá una contradicción que pida y que exija
necesito honrar
(pero ¿la honra o el honor? Me gusta honrar, pero no
la honra. ¿Y el honor? la valentía, la justicia, la
hidalguía… No, honor no me sirve, no puede servir.
Honor no honra. El honor puede vivir en la guerra. La
honra, en el amor. Me honra estar entera. Sí sé algo del
pudor. Un pudor nuevo. El impulso que respeta la
intimidad. El corazón se guarda. El corazón del medio,
la mejor parte, el meollo, la semilla, el centro y motor
del mundo. En la guerra, el honor puede hacerme
valiente. Tengo un corazón bravo, bárbaro, guerrero.
Pero no indestructible. Que no me abandone la honra,
que me quede entera. Que la honra resista lo que el
honor quiere exponer a cualquier precio. Cualquier
precio no vale, no. Hay que guardar, hay que cuidar.
No es justo batallar siempre, ¿no escuchás el grito de
tregua? Honrá, honrá, honrá, honrá: quiero estar
entera)Quiero honrar con tus palabras
tus palabras me sirven
–las palabras me sirven–
necesito tenerlas a disposición
para poder pedir
lo que necesito
honrar, honrar, honrar
y ser valiente
tengo una vanguardia de guerreros de primera línea
mi fuerza de choque
y atrás las enfermeras
las que cosen los hilos rotos
las que protegen
sanan
y quieren guardar los corazones
quieren amor adentro
pero no:
ellos, afuera, quieren guerra
y yo en el medio
en el meollo, la semilla
en el centro de mí
sé:
un corazón valiente no se puede guardar
no cabe en ninguna armadura
no se le puede pedir que se estreche
hay que buscar una manta
que cubra el corazón
que lo proteja
flexible
sensible
amplia
ligera
transparente
fresca
mágica
indestructible
Dejame decirte una sola cosa:
acabás de desnudarme por completo
mi respuesta sólo puede ser ésta
sentirme tocada
y emocionarme
a pesar de la valentía
¿sabés?
son mil, son millones mis guerreros
pero hay un flanco vulnerable
una puerta que permite atravesar el ejército sin herir
una cuerda que se toca y vibra inevitablemente
sin avisar ni atacar
sin estrategias
ya estás adentro mío
y necesito que me dejes
dejame decir:
                               sincerely yours,
                                                              Cecilia.



Cecilia Maugeri, malapalabra.
Viajera Editorial, 2009.

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